miércoles, 22 de septiembre de 2010

DESTIEMPO





Se fue el día,

las escamas del sueño giran.



Todo desciende,

la noche es el tedio.



En el desierto, a oscuras,

temerosa del amor

la ostra llora a solas.

Caen las lívidas hojas de tu frente,

Te alejas, negra burbuja sin destino.



Se abren súbitamente mil calles,

arrecifes en llamas

retienen tu cuerpo helado como una lágrima,

nada te hiere,

el coral clava su garra en tu sombra,

tu sangre se desliza, inunda praderas,

salta de las ventanas como un rojo sonido

y todo esto no es sino el otoño.



                                       Blanca Varela (Lima 1926)



Se rompió la línea que nos comunica, se quedó el mensaje partido en gajos, sin su poder. Y abandonada en el silencio quedó roto también este diario de sensaciones. 
Llegó a su fin el tiempo desafinado, ya de nuevo siento el tacto de este, mi teclado inseparable.